Vargas, Vicente

(Chilecito, La Rioja, 1892 – Córdoba, 1975)
Tempranamente y de manera autodidacta, dio sus primeros pasos en el arte en su ciudad natal. En 1914, con 22 años, se trasladó a La Rioja donde comenzó a tomar lecciones de dibujo y pintura en el taller del pintor Octavio de la Colina. Allí conoció a Domingo Nieto quien, además de ser su condiscípulo, lo acompañó en sus primeros pasos como expositor. En 1917, alentados por su maestro, ambos expusieron sus trabajos en el Primer Salón de Aficionados, en el que Vargas obtuvo un Diploma de Estímulo por su Autorretrato. En 1921 exhibieron un importante conjunto de obras en el Círculo de Obreros de La Rioja, que les dejó un positivo saldo de ventas. Por esos años, Vargas exploró también la escultura, modelando algunas piezas con materiales locales. Entre ellas, se destacó el retrato de Joaquín V. González, que fue instalado en 1924 en la Escuela Nacional de Artes y Oficios de La Rioja.
En 1926, con motivo de los festejos por el traslado de los restos del Presbítero Pedro Ignacio de Castro Barros a La Rioja, conoció a León Morra, por ese entonces rector de la Universidad Nacional de Córdoba. Este encuentro resultó fundamental para cimentar el futuro artístico de Vargas, ya que Morra lo alentó a trasladarse a Córdoba e iniciar estudios en la Academia Provincial de Bellas Artes. Paralelamente al inicio de tales estudios, comenzó a trabajar como corrector de pruebas en la imprenta de la Universidad, actividad que sostuvo hasta 1932. En 1929 egresó de la Academia Provincial con el título de Profesor de Dibujo y Pintura.
En Córdoba, su actividad expositiva se inició con envíos a diversos salones. Primeramente, asistió a los salones libres organizados en el Salón Fasce por estudiantes de la Academia: en 1928 obtuvo un premio estímulo por el conjunto de obras presentadas y, en 1929, la Municipalidad le adquirió la obra Primeros rayos del sol en el Famatina. En 1930 realizó un envío al Salón de Arte organizado por la Biblioteca «Bernardino Rivadavia» de Villa María (logró allí un premio-adquisición por Ranchitos) y, en 1933, en el Salón de Otoño de Los Principios, obtuvo un premio de la Universidad por una de sus obras. Ese mimso año participó del Salón de Invierno de Río Cuarto, donde la obra El Vasquito fue adquirida por el intendente Carlos Vismara y donada con destino a la colección del Museo Municipal de esa ciudad. En octubre de 1930 expuso, junto a Oscar Meyer, un conjunto de pinturas -paisajes de Chilecito- en el Salón Fasce. Con este artista compartió, además, el interés por el arte decorativo americano (especialmente las manifestaciones del arte diaguita-calchaquí recogidas en el noroeste argentino) e iniciaron juntos en los años treinta (1932-1935) la difusión de ese estilo a partir del dictado de cursos dirigidos a docentes en la sede de la Biblioteca «Vélez Sarsfield» de la ciudad de Córdoba. En 1941 realizó una exposición individual en los Salones del Círculo de Obreros de La Rioja; allí presentó paisajes que remitían a diferentes geografías (norte de Córdoba, los valles riojanos, Humahuaca, Tilcara y San Antonio de los Cobres). Como resultado de aquella presentación, el gobierno de La Rioja le encomendó realizar varios retratos de exgobernadores de aquella provincia destinados a la Casa de Gobierno. En adelante, expuso en Córdoba de manera individual en varias oportunidades: en 1946, en la Sociedad Central de Arquitectos, exhibió óleos, aguafuertes, témperas y acuarelas, llamando la atención de la crítica sobre un recurso técnico novedoso, denominado «tintóleo», combinación de tinta y óleo; en 1956 en el Salón de la Dirección General de Turismo mostró trabajos en los que predominaba el rescate de lo colonial a partir de motivos arquitectónicos del norte del país.  En 1960, también en la Dirección de Turismo, presentó un conjunto de obras donde recurrió el collage combinándolo con el óleo y la témpera; por último, en 1967 exhibió en la Galería de Arte de la Municipalidad de Córdoba.
Sostuvo también su presencia en numerosos certámenes, a lo largo de su carrera artística: Salón de Otoño de Los Principios, Córdoba (1934, 1935); Salón de Artes Plásticas de Córdoba, Salón Blanco de la Dirección Provincial de Turismo (1937); Primer Salón Tout Petit APE, Salón Blanco del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia (1938); Salón Nacional de Bellas Artes, Salón de Arte de Pehuajó, Salón de Arte de Trenque Lauquen y Salón Anual de Artes Plásticas de Pergamino (1941); Exposición Rodante de Artes Plásticas (1942); Salón Municipal de Pintura y Escultura, Museo Genaro Pérez (1944, 1945, 1948); Salón de Arte de Buenos Aires, Museo de Bellas Artes de La Plata (1946); Salón de la Sociedad de Artistas Plásticos de La Rioja (1948, premio de honor «Quinquela Martín» por la obra Paisaje de Córdoba); Salón de Primavera/Verano de La Rioja (1948, Mención Honorífica por Estampas del Norte Argentino; 1949, premio Dirección Provincial de Cultura por la obra Procesión en Los Sarmiento); Gran Salón de Bellas Artes, LV2 Radio Central Córdoba (1949); exposición internacional dedicada al collage, Los Ángeles, EE.UU. (1965). 
Se desempeñó como docente en diversos ámbitos educativos, entre ellos: como profesor de dibujo en las Escuelas Provinciales «Ortiz de Ocampo» y «Sarmiento» de la ciudad de La Rioja (1919-1926), en el Colegio Nacional de Monserrat (1932-1964) y en la Escuela Superior de Comercio «Manuel Belgrano» dependientes de la Universidad de Córdoba (1939-1964); como profesor de Artes Decorativas en la Universidad Popular Argentina, en la Escuela Normal «Alejandro Carbó» de Córdoba (1938-1940). También cursó estudios de idioma italiano en la Universidad de Córdoba; obtuvo el título de profesor en 1937, e impartió clases de esa lengua.
Los paisajes representan el segmento más significativo de su producción, destacándose en ellos el manejo de la luz y una armónica composición. Incursionó también en el género del retrato, tanto desde la pintura como desde el grabado y la escultura, atendiendo a la representación de figuras históricas (como Facundo Quiroga, Ángel V. Peñaloza, Joaquín V. González, entre otros) a las que logró imprimir, especialmente en las realizaciones pictóricas,  una notable visión personal.
[R. Otero]


Obras

Observando







Fauces
Observando