Bermúdez, Jorge
(Buenos Aires, 1883 – Granada, 1926)
Estudió en la Asociación Estímulo de Bellas Artes con Ernesto de la Cárcova y posteriormente, en la Academia Nacional de Bellas Artes. A partir de la obtención de una beca de perfeccionamiento, viajó a Europa en 1909. Recorrió Roma y París, donde asistió por dos años a la Academia Julien. Conoció al pintor español Ignacio Zuloaga, quién ejerció una influencia decisiva sobre su obra. Al poco tiempo, se trasladó a España para estudiar con este artista. En 1913 regresó al país y durante los dos años siguientes residió en Catamarca y Jujuy. En ese período recogió apuntes sobre paisajes, tipos humanos y costumbres que luego trasladó a sus pinturas. Su producción puede pensarse en el marco de una serie de debates en torno a lo nacional, que se registran en distintos ámbitos de la cultura a principios del siglo XX. En su caso, el rumbo escogido es el de una imagen de tipo pintoresquista, con temas que se pretende den cuenta de una «identidad» regional, y sobre la que pesa considerablemente la tradición de la pintura española. La obra que integra la colección del Museo Caraffa, Santa Teresa de Jesús (también conocida como Santa Teresa de Ávila), corresponde a su etapa de formación en Europa. Ciertas características de la obra (la rigidez del dibujo, las formas cerradas, el despegue del fondo a manera de telón escenográfico, el estatismo de la composición, que progresivamente van aligerándose en su producción posterior), así como el motivo religioso (luego desplazado por los tópicos costumbristas), confieren a esta pieza cierta singularidad. La obra obtuvo el Primer (y único) premio otorgado en el llamado «Primer Salón de Artes de Córdoba (Pabellón de las Industrias) en 1916 e ingresó por esta vía a la colección del museo.
La participación de Bermúdez en el Salón Nacional de Bellas Artes le valió un Premio Adquisición en Pintura (1913) y Primer Premio Municipal (1920). Obtuvo también el Primer Premio en el Primer Salón de Otoño de Rosario (1917).
Se desempeñó como profesor de la Academia Nacional de Bellas Artes y fue miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes. En 1924 fue designado cónsul de su país en Granada, ciudad en la que pasó sus últimos años.