Aráoz Alfaro, María Carmen Portela Cantilo (de)

(Buenos Aires, 1896 – Montevideo,1984)
Escultora y grabadora argentina (nacionalizada uruguaya en 1964). Nacida en el seno de una familia tradicional, contrajo matrimonio a temprana edad. Su formación como escultora se inició a fines de la década del veinte de la mano del escultor Agustín Riganelli, artista integrante de la agrupación «Artistas del Pueblo». Posteriormente estudió grabado con Alfredo Guido en la Escuela Superior de Bellas Artes «Ernesto de la Cárcova».
Las primeras exhibiciones resultaron muy auspiciosas para la artista. En 1930 presentó tres esculturas en el SNBA –Amparo, Estudio y Retrato– con las que recibió muy buenas críticas, obteniendo además un premio estímulo. En 1933, en el mismo certamen, obtuvo por Torso de mujer el Tercer Premio Municipal. En 1935 exhibió Figura para un estanque y en 1937 fue distinguida con el Segundo Premio de Escultura por la obra Las mujeres pobres. En 1939 es distinguida con el segundo premio, en el marco de la Exposición Internacional de Viña del Mar (Chile). También participó en varias oportunidades en el Salón de Otoño de Rosario, donde obtuvo, en 1941, el Premio Adquisición de la Comisión Provincial de Cultura por la obra Retrato del Dr. G. A. A.
Paralelamente a esa destacada labor como escultora, desarrolla una intensa producción en el campo del grabado. Sus trabajos circulan tanto en exposiciones como en las publicaciones de la época, especialmente aquellas vinculadas a la intelectualidad de izquierda y a la militancia antifascista, tales como: Contra, donde sus retratos de «María Schitzka» reciben elogiosas críticas de Raúl González Tuñón (1933); Izquierda, en la que ilustra diversas notas (1934); Unidad (1936-1938); Nueva Gaceta de la AIAPE donde el reconocido intelectual Córdova Iturburu le dedica una nota crítica atendiendo a las características de su obra gráfica. Esta profusa circulación testimonia su participación por esos años en los círculos artísticos y políticos de izquierda tanto como del vínculo afectivo que la une a Rodolfo Aráoz Alfaro -abogado, por entonces militante en las filas del socialismo- desde inicios de la década del ‘30. A la vez, los treinta son años de vinculación de la artista con la escena cordobesa y es, por otra parte, el momento de ingreso de las obras de su autoría a la colección del MEC. Además de las visitas a Villa del Totoral, donde se ubicaba la residencia familiar de los Aráoz Alfaro, la artista envía trabajos a los tres salones organizados por la Comisión Provincial de Bellas Artes (1933,1934 y 1935) y, en 1938, realiza también una exposición de esculturas en el Salón Blanco del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia.    
A mediados de la década de 1940, una nueva etapa artística y personal se abre cuando María Carmen contrae matrimonio con el educador uruguayo Jesualdo Sosa y se instala en Montevideo. A mediados de los cincuenta viaja con Jesualdo por Europa y Asia (particularmente por los países de democracia popular, Rumania, Checoeslovaquia, Hungría, Bulgaria, China y la URSS) y, entre 1961-62, residen en La Habana con motivo de haber sido nombrado rector de la Facultad de Educación y asesor de la Campaña de Alfabetización del gobierno revolucionario. En Uruguay María Carmen desarrolla también una exitosa trayectoria artística, dentro de la cual se destaca la obtención del Gran Premio Nacional de Grabado en 1965.
[Romina Otero]


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