Centanaro, Pedro

(Córdoba, 1888 – 1948)
Se formó en el taller del pintor Honorio Mossi como uno de sus alumnos destacados. Actuó en Córdoba en las primeras décadas del siglo XX. Ya en 1908 figuraba en una exposición en Casa Bobone y en 1914, en el Salón Fasce, recogía, en una nueva presentación individual, favorables comentarios de la crítica. Así por ejemplo, Octavio Pinto observaba positivamente el conjunto exhibido en esa ocasión desde las páginas de La Voz del Interior, subrayando sus dotes como retratista. En efecto, aunque Centanaro no desestimó otros géneros como el paisaje (tanto con motivos urbanos, como de las serranías, según lo muestran Parque Las Heras, Lago Crisol, Patio, Suburbio, Esquina de barrio, Paisaje de Los Hornillos, Cerro de Calmayo, entre otras piezas,), el retrato parece haber sido tema central de sus pinturas. En ellas evidencia apego a una representación bastante clásica, fuertemente apoyada en el dibujo, que se muestra atenta sin embargo al registro sensible del modelo y, eventualmente, se permite una exploración más libre de la pincelada y el color. Entre sus retratos pueden mencionarse los de Honorio Mossi, Doña María M. de Pueyrredón, el Dr. Horacio Miravet, el Dr. Morcillo, Juan Palamara, y de quienes fueran sus discípulos, Pedro Sarti y Onofrio Palamara (estos tres últimos, conservados en la colección del Museo Caraffa). En obras como De lectura (también perteneciente al acervo del Museo Caraffa), el trabajo con la figura en situación de escena, la exploración del retrato se amplía en otra dirección. Con posterioridad a las exposiciones ya citadas, sólo se habría presentado individualmente una vez más, en 1943, en una muestra de carácter retrospectivo en la Sociedad Central de Arquitectos, organizada por Víctor Manuel Infante. Se sabe, por otra parte, que participó esporádicamente en exhibiciones colectivas en la ciudad de Córdoba: en la exposición realizada en el Salón Fasce en 1920 con motivo de su reapertura en nueva sede; en el llamado Salón Libre de Arte, en 1929 (en el que formó parte también de la comisión organizadora, junto a Carlos Bazzini Barros y Manuel Cid); en la Exposición de Pintura y Arte Decorativo, realizada en el Club Social de Alta Córdoba, en 1931; en el V Salón Municipal, en 1945; en el II Salón de Artes Plásticas del Jockey Club Córdoba, en 1946 (donde se adquirió su obra Figura). Fuera de este ámbito, se registra una temprana participación en un salón realizada en la ciudad de Tucumán en 1912, donde obtuvo por su pintura Pensativo una Medalla de Cobre. Paralelamente a su producción artística, realizó una labor pedagógica que repartió entre su taller particular (convertido en academia, a partir de 1914) e instituciones oficiales como la Escuela Normal Gobernador J. V. de Olmos, en la que dictó clases de dibujo junto a José Borzone, y el Colegio Nacional Dean Funes. Su temperamento reflexivo lo llevó a  incursionar ocasionalmente en la crítica de arte en periódicos locales como La Voz del Interior, en el que en 1916 tuvo ocasión de formular una enérgica defensa de la obra de Guillermo Butler a propósito de una exposición presentada en el Salón Fasce.  Sumado a estos antecedentes, su presencia en diversos acontecimientos como recepciones de artistas, solicitudes colectivas, inauguraciones (vale mencionarlo, por ejemplo, como uno de los firmantes del acta inaugural de las Salas de Pintura del Museo Provincial en diciembre de 1914), permite situarlo como una figura considerablemente activa en la temprana escena cordobesa de las artes visuales.
En 1950 el gobierno provincial dispuso que una de las salas del Museo Sobremonte llevara su nombre. Cinco años después, por iniciativa del escritor y crítico de arte Nicolás Lobos Porto, se bautizó igualmente al Museo de Artes Plásticas inaugurado en la Escuela Alejo del Carmen Guzmán, de la ciudad de Córdoba.


Obras

De lectura / La lectura
Retrato de Juan Palamara
Retrato de Onofrio Palamara
Retrato del escultor Pedro Sarti















Mujer del benteveo
Retrato de Onofrio Palamara