Soto Acebal, Jorge
(Buenos Aires, 1891 – 1974)
Inició estudios de arquitectura bajo la dirección de Alejandro Christophersen. En 1912 viajó a Europa para estudiar arquitectura y decoración en París, en el taller de Georges Renom. Con motivo del inicio de la Primera Guerra Mundial se dirigió a España donde, a la espera de su traslado, comenzó a realizar sus primeros ensayos en pintura, acercándose desde la acuarela a los paisajes vascos y castellanos. De regreso en el país fundó, junto a Alejandro Christophersen, la Sociedad de Acuarelistas, Pastelistas y Grabadores (1915), en cuyo salón participó en diversas oportunidades. En 1916 realizó su primer envío al Salón Nacional de Bellas Artes y en 1921 expuso individualmente por primera vez en la Galería Müller de Buenos Aires.
En 1923 retornó a Europa y expuso sus trabajos en el Museo de Arte Moderno de Madrid, en cuyo marco le fue adquirida la obra Titiriteros de Oyarzun con destino a esa colección. De regreso en Buenos Aires, en 1924, fue nombrado miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes y, a partir de 1931, se desempeñó como Director Nacional de Bellas Artes. También desarrolló una dilatada actividad dentro de la Academia Nacional de Bellas Artes: fue nombrado Académico de Número (1936); participó de la Comisión especial de publicaciones sobre «Documentos de Arte Argentino» (1941); se desempeñó como vicepresidente durante la presidencia de Martin Noel y, luego, como presidente entre 1961 y 1964.
Ejerció la docencia como profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires y de la Escuela Superior de Bellas Artes «Ernesto de la Cárcova».
Obtuvo las siguientes distinciones: Tercer premio de pintura, Salón Nacional de Bellas Artes (1918); Medalla de plata, Salón de Otoño de Rosario (1919); Premio «Martín Rodríguez Galisteo», XI Salón de Santa Fe (1934); Invitado de Honor, XII Salón Anual de Santa Fe (1935); Primer Premio Pintura, Salón Nacional de Bellas Artes (1936).
Aunque trabajó con el óleo, se destacó como acuarelista, abordando tanto la figura, el retrato y el desnudo, así como también el paisaje y la naturaleza muerta. También se destacó por la realización de diversas decoraciones murales: junto a su esposa, María Mercedes Rodrigué, en el Plaza Hotel (1933), en el Ministerio de Hacienda de la Nación (1938) y en la Caja Nacional de Ahorro Postal (1942), entre otras. [R. Otero]