Juguemos en el parque que el dragón no está

Loeschbor, Noël

(detalle)

Año: 2010
Técnica: Mosaico (mural)
Dimensiones: 120 x 1700 cm
Dimensiones con marco/base:
Nº inv.: 1443
Ingreso: Donación de la artista, 2018

La obra es un mural compuesto por catorce paneles realizados con la técnica de mosaico, elaborado cada uno de ellos a partir de pequeños fragmentos de cerámicos, vidrios, metales, azulejos y otros materiales adheridos a una superfice rígida de fibrocemento. Fue concebido específicamente para ser instalado en una de las paredes exteriores del edificio del Museo Caraffa que dan al patio interno. En 2010 fue ejecutado por la propia artista y algunos años después (2018), fue donado a la colección del museo. A lo largo de los sucesivos paneles, la artista construye una escena única, en la que diversas figuras situadas en una suerte de bosque junto a un lago, se desplazan, reposan e interactúan entre sí. La presencia de un inmenso dragón concede cierto carácter fantástico a la narración en la que, por otra parte, los momentos aislados que la conforman, se fusionan en un extraño juego de continuidades y discontinuidades que aportan al efecto desconcertante del conjunto. En alguna medida (y a partir del propio emplazamiento de la obra), la artista se propone poner en contacto al espectador con la experiencia distante (o no) del típico paseo por el parque, en el que lo cotidiano, lo familiar, especialmente desde la mirada infantil, no excluye el contacto con un universo imaginario. Así lo señala en un texto referido a la obra: «El parque está habitado por los dragones de la Infancia, el lugar donde lo infinitamente pequeño se confunde con todos los seres que lo disfrutan, transitan, viven…».