Berra, Ernesto

(Morteros, Córdoba, 1947)
Estudió en la Escuela Provincial de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta, de la que egresó con el título de Profesor de Dibujo y Pintura en 1968. Brevemente, en 1969, concurrió también a la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. Durante su paso por la Escuela Provincial, fundó el grupo «Elecé» junto a sus compañeros de estudio Jorge Cruz Crinejo, Carlos Del Corro, Domingo Tejeda, Bati Rodríguez y Tomás Guzmán. Aglutinados en torno a ciertas ideas relativas a discursos identitarios y preocupaciones americanistas reactivadas en esos años, se presentaron como grupo en varias oportunidades entre mediados de los sesenta y setenta (Casa del Teatro «El juglar», 1966; galería Lautrec, 1967; Salón Colón, 1972; Museo Caraffa, 1976; Museo Genaro Pérez, 1977). En conexión también con esas ideas, Berra realizó por entonces una serie de trabajos murales (muchos de ellos en el interior provincial), tanto con sus compañeros de Elecé, como con otros artistas. Apartándose de aquellas ideas juveniles, y luego de haber priorizado el paisaje como terreno de indagación durante un tiempo considerable, fue enfocándose progresivamente en la exploración de la materia y el color. Sin descartar completamente el referente extrapictórico, pero relegándolo a un plano secundario (a veces sugerido por el título de la obra), incorporó así frotados, sellados y otros modos de trabajo con la materia para generar, mediante texturas y transparencias, ciertos efectos atmosféricos. A principio de los ochenta conoció a Domingo Bifarella, entonces co-director de la galería Gutiérrez y Aguad. La relación de amistad que entabló con el crítico y galerista cordobés, supuso un intercambio que contribuyó a abrir el horizonte de su obra, tanto como a impulsar su circulación. En la década siguiente, la  vinculación de Berra a diversas galerías, tanto de Córdoba como de Buenos Aires y extranjeras, posibilitó una mayor visibilidad de su producción, incluída su presencia regular en ferias como arteBA y Art Miami. En 1993 realizó, junto al artista Raúl Díaz, un viaje a Nueva York que contribuyó a precipitar, a su regreso a Córdoba, cierto giro en su obra. Se orientó desde entonces más firmemente hacia la abstracción, en organizaciones más estructuradas, con inclusiones de elementos heterogéneos, adhiriendo al camino abierto por el expresionismo abstracto, aunque siempre con un alto grado de control sobre la forma. Dentro de estas coordenadas, con incursiones ocasionales que lo han orientado hacia el objeto, e inclusive la instalación, y con variantes que no excluyen cierta referencialidad (las ideas de «muro», «ciudad», «paisaje», son aludidas por ejemplo de manera recurrente, a veces apoyadas en la sugerencia dada por los títulos de las obras), ha persistido en su labor creativa hasta los trabajos más recientes.
A lo largo de su carrera, su participación sostenida en certámenes artísticos, principalmente en Córdoba, le valieron una serie de reconocimientos: Mención Especial, Plaqueta y Adquisición en el Salón y Premio Ciudad de Córdoba (1986); Tercer Premio en el Salón de Pintura y Premio «Dr. Genaro Pérez» (1986); Gran Premio de Honor en el Salón Pro-Arte Córdoba (1992)», son algunos de ellos.


Obras

El lago
Muro de otoño
Pasado marino


Santa Teresa de Jesús
El lago