La intervención al museo en la prensa (1956)
En septiembre de 1956 se da por concluida la intervención al museo que había recaído en Ernesto Soneira. Previamente al retorno de Víctor Manuel Infante a la dirección, el interventor eleva un informe sobre lo actuado que, a pocos días de su presentación oficial, es publicado (con mínimos ajustes) en La Voz del Interior.
Considerase terminada la tarea de la intervención al Museo de Bellas Artes
Hasta ayer no había sido posible establecer en poder de quién se encuentran treinta y un obras desaparecidas.
El interventor en el Museo Provincial de Bellas Artes «Emilio A. Caraffa», don Ernesto Soneira, ha elevado al interventor en el Instituto de Artes Plásticas, Museos y Artesanías, Antonio Pedone, el informe sobre la tarea cumplida en el museo nombrado y considerando finalizada su actuación, elevó también su renuncia como interventor.
El informe
El informe que dejamos citado expresa lo siguiente:
«Habiéndome hecho cargo de la Dirección ad-honorem del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio A. Caraffa con fecha 18 de noviembre de 1955, cúmpleme elevar ante el señor Interventor del Instituto de Artes Plásticas, Museos y Artesanías señor D. Antonio Pedone y por su digno intermedio a quien corresponda, el siguiente informe.
Desde el primer instante de la intervención se abocó al problema de la recuperación de su acervo artístico, se cursaron notas a todas las Reparticiones de la provincia y en algunos casos hasta los dominios nacionales, con el fin de ubicar en los posible las obras de arte: se actuó en esa forma casi indirecta en vista que en los archivos del Museo no existía nada más que contados recibos. Además, algunos eran simplemente manuscritos, sin sellos ni tampoco aclaraciones de firmas, y en algunos casos solamente se podía uno guiar por incompletos inventarios anteriores, donde se anotaba simplemente «préstamo a tal» Repartición, o a veces una orden de una subsecretario donde pedía el envío de obras para «adornar» alguna sala mencionada por él.
Sigue la búsqueda
Con estas y muchas más dificultades complejas se luchó para localizar las obras diseminadas en distintos lugares. Se consiguió un decreto de la Intervención Federal, donde se autorizaba al Interventor del Museo para que retirara las obras, propiedad del mismo que a su criterio creyera necesario. Con esto se volvió a cursar notas a todas las reparticiones que se tenía alguna constancia que eran poseedores de obras de arte. Además, ya se habían visitado personalmente todas las oficinas de la Provincia, incluyendo despachos ministeriales e Intervención Federal, lo mismo que se viajó a Río Cuarto para enterarse personalmente en que estado se encontraban las obras cedidas en préstamo al Museo Municipal.
Otras actividades
Mientras los expedientes donde se pedían el retorno de las obras seguían su curso, aquí no se descuidaban otras tareas funcionales del Museo, se hizo pintar los muros expositores del mismo, y se exhibió una muestra de reproducciones de artistas contemporáneos ingleses, cedidas estas por el representante del The British Council, señor R. G. C. Mc. Nab.
A los costados de esta muestra, en la sala, se ubicó a los pintores post-impresionistas y en la otra a los modernos. Al mismo tiempo se tenía contacto con la Intervención del Museo Nacional a cuyo frente está el prestigiosos profesor D. Jorge Romero Brest, donde el había propuesto por carta realizar una exposición de Pintura Argentina de los siglos XIX y XX, lo que confirmó luego con la visita que hizo en el mes de abril.
31 obras desaparecidas
En este ínterin, ya los expedientes, donde se pedían las obras, algunos estaban resueltos, se acumularon varios decretos y se retiraron las obras solicitadas, consiguiéndose al fin rescatar 82 obras, de las cuales 24 pertenecen al Museo Nacional de Bellas Artes; hasta el presente se tiene que lamentar la pérdida de 31 obras, 17 pertenecen al Museo Nacional de Bellas Artes y las 14 restantes a este Museo.
A pesar de todo, esta intervención no quedó inactiva por este motivo y enseguida cursó nuevas notas, por separado, a cada repartición que acusaba alguna pérdida, para que por intermedio del Ministerio que dependía iniciara el expediente correspondiente, tendiente a que agotara los recursos a su alcance para dar con la ubicación de la obra.
Mientras tanto se cambiaron algunos vidrios rotos de las luceras del Museo, se limpiaron éstas, y se hizo una disposición adecuada con una cantidad elevada de obras recientemente recuperadas en ese entonces, haciendo una intensiva propaganda periodística ilustrada fotográficamente, para que el público tuviera oportunidad de conocer el valor artístico de estas.
Obras destruidas
Se cursaron nuevas notas en una de las cuales se pedía a Arquitectura de la Provincia la devolución del grupo escultórico de Roberto Puig titulado «Composición» que figuraba en el inventario existente, como propiedad del Museo, cuando según constancia de notas de archivo, es del autor, encontrándose aquí sólo en depósito. Se consiguió por último que arquitectura devolviera la obra, pero lamentablemente lo que se recibió aquí solo fueron los retazos de los restos que quedaban de la obra al estar ésta en intemperie en los galpones de automotores de Vialidad de la Provincia, uno del pintor José Malanca «Copacabana» y otro del pintor Octavio Pinto «La escuelita del valle», completamente perforados, aunque son factibles de retocarlos bien. Además en el mismo Museo se encuentran telas con desgarrones como «Retrato de señora» de H. Mossi; la cabeza de «Ferdinand Callebert» yeso de Jules Lagae, rota; «El tropero» de O. Stagnaro, rota; hay también una escultura de Casas Ocampo «Niño leyendo», rota en su base y un número elevado de óleos perforados y en mal estado, como así también faltan gran cantidad de marcos los que se van actualmente confeccionando para poder contar con obras variadas y suficientes para su exposición alternada.
Reglamento interno
Se estudió un anteproyecto de reglamento interno del cual adolecía este Museo y se elevó al Instituto de Artes Plásticas, Museos y Artesanías para que por su intermedio a su vez lo elevará a quien correspondía.
Al mismo tiempo se montó adecuadamente el taller de restauración, adquiriéndose caja de trabajo con gama de colores holandeses Rembrandt, pinceles y demás útiles, como también se consiguieron herramientas de carpintería y un banco para el arreglo adecuado de los marcos.
Se solicitó una partida de $ 9000, para atender los gastos que demandara la exposición de Pintura Argentina del siglo XIX y XX, concediéndose el pedido, siendo expresamente en Buenos Aires el director del Museo Nacional de Bellas Artes, el prestigioso crítico de arte profesor D. Jorge Romero Brest, que habló el día de la inauguración en brillante disertación y con plena concurrencia. La exposición estuvo abierta al público durante 22 días seguidos siendo visitada por 5000 personas, cantidad bastante alentadora si se tiene en cuenta que para esta clase de manifestaciones el público es siempre reacio.
Nuevo Inventario
Se confeccionó con las obras existentes y recuperadas un inventario que dejará por una vez un estado concreto del acervo artístico del Museo, separando en inventario interno las pinturas y esculturas que se encuentran en préstamo aquí por el autor, familiares o particulares, lo mismo que las depositadas desde largo tiempo o las que por no encontrar el comprobante debido de su adquisición, no se dio el alta.
Está en marcha el fichero con la fotografía de la obra, autor, procedimiento, medidas, marco, etc., además con la biografía correspondiente que sirve de esta manera más rápidamente para sacar datos cuando se requieran.
Queda también el compromiso con el personal técnico existente en el Museo de empezar la restauración con el cuidado y responsabilidad que requieren estas cosas, obra por obra hasta terminar con su marco, a los que se les debe dar una pátina adecuada y unida en armonía general en lo posible. Recién después de esto podrá organizar por las ciudades de la provincia exposiciones de las obras existentes en el Museo y siempre con acentuado carácter didáctico.
Biblioteca Pública
Otra cosa interesante para el movimiento cultural del Museo, es la creación de una Biblioteca interna para el público con material apropiado, la que se irá formando con pedidos de partidas y donaciones las que podrían ser solicitadas por la comisión que se ha creado «Amigos del Museo».
Parte Final
El personal existente en esta Repartición ha prestado a la Intervención la cooperación eficiente para el caso. Se ha pedido en distintas notas la confirmación de empleados que están en comisión en el Establecimiento. Después de este resumen está en evidencia, y por lo tanto esta Intervención cree concluyente que:
1) El director de este Museo tiene que ser persona con extensos conocimientos artísticos, que dé al acervo con que dispone, el valor, cuidado y celo que merece.
2) Que el mismo ha de sacrificar todo acontecimiento que lo halague a sí mismo y ser solamente servil con la Institución en sí, que dirige.
3) Que por lo tanto esta Institución aconseja, llamar a concurso para proveer dicho cargo.
Córdoba, 23 de junio de 1956.
REFERENCIA
«Considerase terminada la tarea de la intervención al Museo de Bellas Artes», La Voz del Interior, 26/06/1956