De San Luis, Nicolás Antonio (Nicolás Antonio Russo)
(Barcellona Pozzo di Gotto, Messina, Italia, 1895 – Calamuchita, Córdoba, 1960)
En 1903 se radicó con su familia en San Luis, donde su padre, Mariano Russo, trabajó como imaginero. En 1918 tomó la ciudadanía argentina. Inició sus estudios de arte en la academia establecida por Rafael Radogna en San Luis, continuándolos luego en Buenos Aires, en la Academia Nacional de Bellas Artes (1918-1922). Siendo aún estudiante, obtuvo el Primer Premio en el V Salón Nacional de Artes Decorativas por su obra La muerte del angelito. En 1923 el Consejo de Educación de la provincia de San Luis le otorgó una beca para perfeccionar sus estudios en Europa. Entre 1923 y 1927 recorrió España, Italia y Francia, frecuentando galerías y museos; allí también estuvo en contacto con los becarios cordobeses, Francisco Vidal y Antonio Pedone. En 1924, fue invitado a participar del Salón de Otoño de Madrid, donde presentó un conjunto de pinturas que fueron muy bien recibidas por la crítica española. A su regreso de Europa se instaló en San Luis, intentando, sin éxito, insertarse en el medio artístico de aquella provincia. En 1928 se trasladó a Córdoba, donde se incorporó como docente de la cátedra de Dibujo de la Academia Provincial de Bellas Artes. Durante su estadía en Córdoba tuvo una activa participación en el ámbito artístico-cultural; además del envío de obras a los salones locales, conformó la comisión organizadora de la Exposición de Pintura y Escultura (1931) y se desempeñó como jurado del II Salón de Bellas Artes de Córdoba (1934). Por esos años conoció a la modelo Thela Henric, con quien contrajo matrimonio. En 1937 se trasladó a Rosario para hacerse cargo de la cátedra de Modelado, Dibujo y Anatomía artística del Profesorado de Arte «Juan María Gutiérrez». También se desempeñó como profesor de escultura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional del Litoral y en la Escuela Superior de Bellas Artes de esa ciudad.
Su producción reconoce dos momentos sucesivos, el primero dedicado fundamentalmente a la pintura, se extiende hasta fines de los años ’20; a partir de entonces su producción se inclina hacia la escultura, disciplina a la cual dedicará en adelante sus energías. En relación a la pintura, predominan retratos y escenas de carácter religioso que, en términos generales, son abordados en clave regionalista. Por otra parte, su producción escultórica se caracteriza por el rigor constructivo, la sobriedad de las superficies, el vigor expresivo de los modelados. Trabaja en barro, yeso, piedra y mármol.
Concurrió asiduamente al Salón Nacional de Bellas Artes, obteniendo importantes recompensas: Segundo Premio Escultura por El lírico (1929), Primer Premio Escultura por Mediodía (1938), Premio Ministerio de Hacienda por La mujer de la peineta (1948), Premio Ministerio de Agricultura con la obra La flor del aire (1950). Asistió también a certámenes provinciales y municipales donde su labor fue destacada: Primer Premio en el Salón Anual de Santa Fe (Thela, 1933), Premio Exposición, en la Exposición del IV Centenario de la Fundación de Buenos Aires (Faunesca Melancólica, 1935), Primer Premio en el Salón Municipal de Pergamino (El lírico, 1937), Primer Premio en el Salón Municipal de Pergamino, Buenos Aires (La campeona, 1938), Primer Premio en el Salón de Otoño de Rosario (Sebastián Soler, 1939), Premio Gobernador en el Salón Anual de Santa Fe (Dr. Antonio Anadón, 1940), Primer Premio en el Salón Anual de Santa Fe (Mediodía, 1942), Primer Premio en el Salón de Bellas Artes de la ciudad de Córdoba (Facundo, 1942), Primer Premio en el Salón del Litoral de Santa Fe (Coquetería,1943), Premio Juan B. Castagnino en el Salón Anual de Rosario (El medallón, 1943), Premio Adquisición Legado Manuel Musto en el Salón de Artistas Rosarinos (Yudith, 1945), Primer Premio en el Salón Anual de Rosario (Serenidad, 1947), Primer Premio Rosa Galisteo de Rodríguez en el Salón Anual de Santa Fe (San Juan Bautista, 1948), Gran Premio en el Salón Anual de Bellas Artes en Mar del Plata (Cabeza de estudio, 1950), Gran Premio en el Salón de Otoño de Rosario, con el bronce (La telesita, 1950), Primer Premio en Salón de Pintura Martín Fierro, Rosario (Aquí me pongo a cantar, 1952).
Es autor de varios monumentos en Córdoba (mausoleo en memoria del Dr. Orrico en el Hospital de Niños y al Dr. Romagosa en el Hospital de Clínicas), en San Luis (a Rivadavia en San Luis y a Sarmiento en Villa Mercedes) y en Rosario (el busto de Juan M. Gutiérrez para la escuela que lleva su nombre).