Cerrito, Egidio
(Casamicciola, Nápoles, Italia, 1918 – Córdoba, 1999)
Se estableció en Argentina siendo niño (tomó la nacionalidad en 1940). Estudió en la Academia Provincial de Bellas Artes de Córdoba, donde tuvo como maestros a Francisco Vidal, Carlos Camilloni, Antonio Pedone y José Aguilera. Egresó con el título de Profesor de Dibujo y Pintura en 1940. A lo largo de esa década compartió con otros artistas de su generación, como Horacio Álvarez, José Cárrega Núñez y Ernesto Farina, la búsqueda de nuevas formas del paisaje que dieron lugar a innovaciones tanto en los motivos como en el lenguaje. Cerrito realizó numerosas pinturas inspiradas en las barrancas urbanas -características de la topografía de Córdoba-, como así también en las serranías y áreas rurales. En trabajos como La espiga, impregnados de cierto espíritu nativista, el artista concede un lugar central a los habitantes de esos ámbitos campesinos y sus labores. En la ejecución de esta obra (que fue Segundo Premio del Salón Nacional de Bellas Artes en 1952), se pone en evidencia su firme vocación constructiva, así como la inclinación por una paleta cálida, con predominio de tierras y ocres. En menor medida, le ocuparon la naturaleza muerta y otros temas (realizó por ejemplo, una serie basada en pasajes bíblicos). En el desarrollo de su obra el propio artista reconoció dos líneas de trabajo: una que resultó en piezas más afables y luminosas (que gozaron de gran aceptación en el medio local) y otra que derivó en pinturas más oscuras, que presentan una mayor complejidad compositiva y atmósferas más dramáticas, referidas en muchos casos a situaciones urbanas, más afines a sus inquietudes.
Cerrito participó en salones, resultando premiado en varias oportunidades: Primer Premio de la sección Dibujo en el Salón Municipal de Córdoba (1948); Primer Premio del Salón de Tandil (1950); Gran Premio en el Salón de Santa Fe (1950); Gran Premio (1951) y Medalla de Oro «Gobernador de la Provincia» a la obra de carácter religioso (1959) en el Salón de Artes Plásticas de Córdoba; Premio Estímulo (1950), Segundo Premio (1952) y Premio «Ezequiel Leguina» (1990) en el Salón Nacional de Bellas Artes; Primer Premio-Adquisición Banco de la Provincia de Córdoba (1980), son algunas de las distinciones que obtuvo.
Se desempeñó como docente en la Academia Provincial de Bellas Artes de Córdoba, llegando a asumir el cargo de Director. Ocupó también, durante un breve período, la dirección del Museo Caraffa (1949-1950).
Obras
Campo argentino
Figura
Incendio en los hornos
La espiga
La procesión / Bendición de los campos
Naturaleza muerta
Paisaje
Promesantes